Todas las empresas usan software y en
muchos casos necesitan software a medida que supla sus necesidades, posibiliten
crecer a su negocio y las preparan para los cambios, que seguramente, requieran
para mantenerse vigentes en el mercado.
Uno de los principales problemas es que
generalmente no le dan la suficiente importancia al software como impulsor de
su negocio, no invierten adecuadamente en su desarrollo y ni en su correcta
integración y uso, uno de los principales motivos es que "No son una
empresa de software".
El tema es que ninguna empresa es una
"empresa de software" como tal, en el sentido de que el software no
es un producto final en sí mismo, sino que es un producto, que sirve para
"algo", para conseguir una seria de objetivos o suplir una serie de necesidades.
Si una empresa minimiza la necesidad del
software que requiere, ya sea adquirido o desarrollado internamente, su
empresa tendrá problema, puesto que el software es una herramienta para
"hacer" su trabajo y cumplir sus objetivos, y esa es su única
finalidad. Si no tiene el software adecuado, seguramente será superada por
otra empresa que si tenga el software necesario.
Muchas empresa tiene un pequeño departamento
de desarrollo de software, generalmente integrado por un equipo sin una
estructura clara, que resuelve problemas de una forma reactiva, y sin una
planificación clara hacia el futuro, y mucho menos hacia el futuro del software
y su sostenibilidad, no se invierte en elementos de programación, metodologías,
y tecnologías actuales, porque consideran simplemente "que no es para
ellos" y "no les hace falta", Al final ocurre un curioso efecto:
En lugar de reflejar el software el negocio, el negocio acaba haciendo lo que
el software "puede" hacer, limitándose cada vez más la operativa de
la empresa. De allí viene la famosa frase "El sistema no me deja
hacerlo", que muchas personas oyen perplejos ante peticiones aparentemente
sencillas, acerca de sus necesidades, frente a vendedores, o personas de atención
directa a clientes (y no hablamos de atención telefónica, donde el problema se
agrava más).
Finalmente dichas empresas deben
comenzar un arduo camino, recorriendo los mismos pasos, uno a uno, que recorrió
la ingeniera de software, para poder llegar a resolver las autenticas
necesidades que tiene. El problema es que la carga anterior que ya poseen hace
ese cambio lento y pesado, y a veces condenado al fracaso.
Por eso es fundamental que las empresas
nacientes, consideren el software como un elemento fundamental de su negocio, y
aprovechen las tendencias y metodologías actuales de la ingeniera de software,
cuya único propósito es construir software de manera más rápida, a menor costo
y con mayor calidad, por que dichas tendencias y metodologías ya han recorrido
el "arduo camino" mencionado previamente y no es necesario que
nosotros lo volvamos a recorrer.