domingo, 6 de marzo de 2016

El problema de "No somos una empresa de software"


Todas las empresas usan software y en muchos casos necesitan software a medida que supla sus necesidades, posibiliten crecer a su negocio y las preparan para los cambios, que seguramente, requieran para mantenerse vigentes en el mercado.


Uno de los principales problemas es que generalmente no le dan la suficiente importancia al software como impulsor de su negocio, no invierten adecuadamente en su desarrollo y ni en su correcta integración  y uso, uno de los principales motivos es que "No son una empresa de software".

El tema es que ninguna empresa es una "empresa de software" como tal, en el sentido de que el software no es un producto final en sí mismo, sino que es un producto, que sirve para "algo",  para conseguir una seria de objetivos o suplir una serie de necesidades.

Si una empresa minimiza la necesidad del software que requiere, ya sea adquirido o desarrollado internamente,  su empresa tendrá problema, puesto que el software es una herramienta para "hacer" su trabajo y cumplir sus objetivos,  y esa es su única finalidad. Si no tiene el software adecuado, seguramente  será superada por otra empresa que si tenga el software necesario.

Muchas empresa tiene un pequeño departamento de desarrollo de software, generalmente integrado por un equipo sin una estructura clara, que resuelve problemas de una forma reactiva, y sin una planificación clara hacia el futuro, y mucho menos hacia el futuro del software y su sostenibilidad, no se invierte en elementos de programación, metodologías, y tecnologías actuales, porque consideran simplemente "que no es para ellos" y "no les hace falta", Al final ocurre un curioso efecto: En lugar de reflejar el software el negocio, el negocio acaba haciendo lo que el software "puede" hacer, limitándose cada vez más la operativa de la empresa. De allí viene la famosa frase "El sistema no me deja hacerlo", que muchas personas oyen perplejos ante peticiones aparentemente sencillas, acerca de sus necesidades, frente a vendedores, o personas de atención directa a clientes (y no hablamos de atención telefónica, donde el problema se agrava más).

Finalmente  dichas empresas deben comenzar un arduo camino, recorriendo los mismos pasos, uno a uno, que recorrió la ingeniera de software,  para poder llegar a resolver las autenticas necesidades que tiene. El problema es que la carga anterior que ya poseen hace ese cambio lento y pesado, y a veces condenado al fracaso.

Por eso es fundamental que las empresas nacientes, consideren el software como un elemento fundamental de su negocio, y aprovechen las tendencias y metodologías actuales de la ingeniera de software, cuya único propósito es construir software de manera más rápida, a menor costo y con mayor calidad, por que dichas tendencias y metodologías ya han recorrido el "arduo camino" mencionado previamente y no es necesario que nosotros lo volvamos a recorrer.