"La excelencia es un arte que se conquista con la
práctica y el hábito. No actuamos correctamente porque tengamos virtud o excelencia,
sino más bien obtenemos éstas porque hemos actuado debidamente. Somos lo que
repetidamente haceos, la excelencia, entonces, no es un acto sino un
hábito". Aristóteles
Uno de mis roles es el de entrevistador de candidatos
a codificadores, desde esa posición ves diversos perfiles, entre ellos, dos que
destacan por encima de los demás, el entusiasta sin conocimientos y el que
domina todo los requisitos, pero no tiene ningún tipo de motivación. A veces es
increíble que abunden estos dos perfiles por separado, y escasee el perfil que
mezcle entusiasmo y conocimientos.
Si nos vemos en la necesidad de elegir entusiasmo y
conocimiento debemos elegir siempre entusiasmo.
El conocimiento sin entusiasmo es, en el mejor de los casos,
fortuito, y casi nunca podrá convertirse en algo útil para el negocio, en
sistemas y herramientas funcionalidades
que creen una diferencia significativa. En la mayoría de los casos lo único que
podrá realizarse sin entusiasmo es lo que yo llamo “tareas de escuela”, programas técnicamente correctos, hechos según
un enunciado claro como una receta, pero que no sirve en la práctica de
absolutamente nada, que son imposibles de encajar en un ambiente laboral real.
En última instancia los conocimientos, y más en esta profesión, son caducos.
La caducidad de los conocimientos en una persona sin
entusiasmo es quizás el temas más importante, una persona sin entusiasmo,
buscara siempre hacerse imprescindible, se estancara en su conocimiento e
impidiera que su entorno evolucione, cualquier forma nueva de realizar una
tarea o cualquier mejora será una amenaza a su posición y
podría hacer peligra su condición de “imprescindible”, por eso las personas que
solo ofrecen conocimiento y no entusiasmo acaban convirtiéndose en pesadas
anclas para los equipos de trabajo.
Sin embargo una persona sin conocimientos pero con entusiasmo,
obtendrá lo que necesita para su trabajo de una forma rápida y efectiva. Entre
otras características posera las siguientes:
- La mencionada capacidad para obtener los conocimientos que necesita para resolver los problema a los que enfrenta. Aprenderá, y además aprenderá muy rápido.
- Gusto por los desafíos y por los sistemas y desarrollo desconocidos.
- Son personas ambiciosas, pero no egoístas, las personas ambiciosas buscan el beneficio personal y generalmente también el de su equipo, destacando a través de su trabajo, as personas egoístas sin embargo solo buscan el beneficio propio.
- No tienen miedo a enfrentarse a sistema novedosos, pero tampoco a sistema con años de mantenimiento a sus espaldas.
- y quizás la más importante, no se quedara detenido esperando instrucciones, tiene iniciativa y es proactivo.
Empezamos esta entrada con una cita de Aristóteles, sobre la
excelencia, esta cita en particular me gusta mucho porque refleja que nadie
nace con dones especiales, si no es a través de su perseverancia y voluntad que adquiere estos dones, incluyendo lo
necesario para poder desarrollarse correctamente en el mundo de la ingeniería
de software.
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